lunes, 7 de diciembre de 2015

MENSAJE DEL MAESTRO SABIDURÍA EN EL ALTO PERÚ, VÓRTICE DE LOS ANDES MAÑANA DEL 25 DE DICIEMBRE DE 1974



MENSAJE DEL "MAESTRO" SABIDURÍA
A LOS POBLADORES, HOMBRES, MUJERES, NIÑOS, JÓVENES Y 24 CONTACTADOS DE VARIAS NACIONES, EN EL ALTO PERÚ, VÓRTICE DE LOS ANDES EN LA MAÑANA DEL 25 DE DICIEMBRE DE 1974. NARRADO
POR EL CONTACTADO EXTRATERRESTRE ENRIQUE DE JESUS CASTILLO RINCÓN EN SU LIBRO  GRAN ALBORADA HUMANA EDITORIAL NORTE Y SUR - SAN CRISTOBAL - ESTADO TÁCHIRA - VENEZUELA, TOMO I PÁGINAS 290 A 292.

Reinaba una inmensa expectativa entre nosotros. Vimos la llegada de los pobladores, hombres, mujeres, niños y jóvenes que tomaban lugar sentándose en la grama verde, contra un gran farallón que a manera de muro desviaba el viento frío que chocaba contra sus entradas. Todos los pobladores extendían saludos inclinando la cabeza y agitando sus manos hacia nosotros en señal amistosa.

Unas mujeres jóvenes tiraban al suelo ramitas, hojas y pétalos de variadas flores alfombrando el contorno de una entrada. El Instructor pidió un saludo general de todos, para los 24 amigos y hermanos, de una manera muy original. Agitando los brazos y pronunciando un AAAAHH! muy prolongado. Sólo atinamos a decir: gracias, gracias.

El instructor se acercó a la entrada de un túnel en la roca viva, y batió las palmas de las manos dos veces. Se retiró a un lado e hizo aparición el ser más increible del que jamás nadie haya hablado. ¡Mi asombro no tuvo límites! Para mis compañeros igual. Aquel ser era la misma figura de Jesús, El Maestro. Pensé inmediatamente, que por eso nos habían traído Los Pleyadinos. Jesús está aquí en cumplimiento de su profecía. Nos miramos sin articular palabra. Fueron unos segundos de gran suspenso. La figura era igual a la que existe en todas las casas de los cristianos del mundo. La barba, el pelo y su edad. Le calculé 37 años. Vestía una bata color café claro, ceñida a la cintura con una faja de tela. El tejido daba la impresión de estar elaborado con cabuya, manga 3 cuartos y abierta en el cuello donde podíamos ver los vellos del pecho; sus brazos y manos indicaban poca exposición al sol. Sus pies calzados con sandalias casi enterizas; la bata llegaba bajo las rodillas. 

Se inclinó a manera de saludo, pasando su brazo derecho al hombro izquierdo y la mano izquierda debajo de la axila derecha, y luego el mismo movimiento a la inversa. Irradiando una mirada que abarcó a todos los presentes y dijo: YO NO SOY EL QUE VOSOTROS CREÉIS QUE SOY. MI NOMBRE ES MIL NOMBRES, DADME CUALQUIERA DE ELLOS Y ESO SOY.   "YO SOY" ANCIANO ANTE VOSOTROS, PERO NO POR EDAD SINO POR CONOCIMIENTO,  Y HUMILDEMENTE QUIEBRO MI CABEZA ANTE VOSOTROS.  MI NOMBRE ES EDAD, PUES "YO SOY" LAS EDADES Y EL TIEMPO. "YO SOY" SABIDURÍA Y MI NOMBRE ES SABIDURÍA. YO MANEJO EL 35 POR CIENTO DE LA SABIDURÍA UNIVERSAL, Y HUMILDEMENTE ME INCLINO ANTE VOSOTROS (repetía de nuevo el saludo).  "YO SOY" EL CONOCIMIENTO Y OS TRAIGO CONOCIMIENTO. "YO SOY" LA BRISA, "YO SOY" EL VIENTO, LA NUBE Y LA LLUVIA... LA TIERNA BRIZNA DE LA MAÑANA. "YO SOY" LA TIERRA, EL SURCO Y LA SEMILLA, EL RÍO Y SOY EL MAR. "YO SOY" LA MANO ENCALLECIDA DEL BUEN HOMBRE DE LA TIERRA. SOY EL ÁRBOL, LA FLOR Y LA MONTAÑA. SOY EL VALLE, EL AMANECER Y LA NOCHE. "YO SOY" ANCIANO ANTE VOSOTROS Y HUMILDEMENTE QUIEBRO MI CABEZA. DESENFUNDO MI ESPADA PARA DESGAJAR DE SUS PEDESTALES A LOS HIPÓCRITAS Y VOCINGLEROS. "YO SOY" EL AVE Y SOY LA FLOR. SOY EL PELO BLANCO DEL ANCIANO Y SOY LA RISA DE LOS NIÑOS, EL ARRULLO DE LA MADRE Y EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA. ¡YO SOY LA CONCIENCIA!. ¡MI NOMBRE ES LA LEY PORQUE "YO SOY" LA LEY!. MI NOMBRE ES VIDA PORQUE "YO SOY" VIDA. SOY LA PALABRA Y SOY LA SABIDURÍA. MI NOMBRE ES SABIDURÍA. "YO SOY" ANCIANO ANTE VOSOTROS PERO NO POR EDAD SINO POR CONOCIMIENTO, Y HUMÍLDEMENTE QUIEBRO MI CABEZA ANTE VOSOTROS.  "YO SOY" EL HURACÁN Y EL MOVIMIENTO. SOY LA FUERZA, EL SUSURRO Y LA VOZ. ¡MI VOZ TIENE VIDA!. "YO SOY" LA NOVIA QUE PURA LLEGA A DESPOSARSE. "YO SOY" LA PAZ DE LOS HOMBRES; MI NOMBRE ES PAZ Y PAZ YO DOY. MI NOMBRE... MI NOMBRE... ES AMOR. "YO SOY" EL AMOR QUE MUEVE EL UNIVERSO.

Se inclinó y tomó una ramita que golpeó suavemente contra la palma de su mano izquierda, y dió unos pasos mirando a todos los presentes. Ni un sólo ruido se escuchaba, su silencio era el silencio de las montañas. Pareciera como si el viento se hubiera silenciado y toda la naturaleza rindiera honor a Su Nombre.

Caminó por entre las piernas y pies de quienes estábamos sentados en el suelo. Se acercó a mi y me miró a unos cuatro metros de distancia. ¡Qué hermosura de rostro! Nunca nadie me miró como él lo hizo. La inteligencia y amor que irradiaba de su rostro, proyectando paz, era lo más maravilloso e increíble que jamás había sentido en toda mi vida.

Después de esta formidable experiencia me quedé con varias preguntas sin respuesta:
- ¿Por qué sólo una mujer entre los 24?
- ¿Por qué no pudimos seguir en contacto todos?
- ¿Por qué la información no fué general para todos?
- ¿Dónde están hoy los otros 23?
- ¿Qué tipo de información les fue entregada y para qué?
- ¿Qué papel juega este extraordinario personaje que conocimos en el vórtice andino?
- ¿Por qué sus palabras tienen tanta similitud con lo dicho por Jesús, sin ser Jesús?
-¿Cuál es su relación con los extraterrestres?
-¿Qué es lo que se espera a nivel mundial que culminará en un nuevo patrón conductual?
-¿Cómo se lograrán los contactos en este cambio de conciencia planetaria?
-¿Qué papel jugamos los contactados en este confuso panorama? Yo todavía no lo se. ¿Lo sabrá alguno de los otros 23?
-¿Por qué no dejaron intercambiar direcciones y Nombres?

No tengo las respuestas.

Mi regreso de los Andes me dejó sin aliento. La experiencia con los extraterrestres. los instructores y el personaje de "mil nombres", me hicieron entrar en un estado casi místico, del cual me costaría salir.

Gracias a mi educación de niño y la libertad que gocé, me hicieron caer en cuenta del peligro que corría al interpretar de manera equivocada mi presencia en el Vórtice del Alto Perú.

Para mi no había duda. El ser de los Andes era el mismo al que yo llamé con justa razón: "Maestro Sabiduría".



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